
La fisioterapia oncológica es una especialidad de la fisioterapia orientada a la prevención, evaluación y tratamiento de las secuelas derivadas del cáncer y sus diferentes abordajes terapéuticos, como la cirugía, la quimioterapia, la radioterapia, la inmunoterapia o los tratamientos hormonales.
Su propósito principal es mejorar o mantener la funcionalidad física del paciente oncológico, aliviar el dolor y contribuir activamente a la mejora de su calidad de vida, actuando en todas las fases del proceso oncológico: desde el diagnóstico y el tratamiento activo, hasta la supervivencia, la rehabilitación y los cuidados paliativos.
Los tratamientos contra el cáncer pueden conllevar una amplia variedad de efectos secundarios físicos. La fisioterapia oncológica está especialmente indicada para abordar, entre otros:
- Dolor agudo o crónico.
- Fatiga oncológica.
- Debilidad muscular y pérdida de masa muscular (sarcopenia).
- Limitaciones de movilidad y rigidez articular.
- Alteraciones del equilibrio y la coordinación.
- Dificultades respiratorias.
- Linfedema.
- Mucositis oral (particularmente en pacientes con cáncer de cabeza y cuello)
- Incontinencias urinaria o fecal y otras disfunciones del suelo pélvico como sequedad vaginal, vaginitis, hongos...
- Neuropatías periféricas u otras alteraciones neurológicas.
La fisioterapia oncológica ayuda al paciente a mantener y mejorar la capacidad física, reducir el dolor y MEJORAR SU CALIDAD DE VIDA.